Un biodigestor está destinado a producir biogás. Esto es posible gracias a una cámara cerrada que recibe estiércol, desechos de alimentos y otros sustratos orgánicos, confinando este material de modo que su composición resulte en gases y otros subproductos.
El biodigestor puede ser un tanque, una caja o una zanja revestida y cubierta con un material impermeable. Lo importante es que, a excepción de los tubos de entrada y salida, el biodigestor se encuentra completamente sellado, creando un ambiente anaeróbico (sin presencia de oxígeno) donde bacterias anaeróbicas degradan la materia orgánica, transformándola en biogás y biofertilizante, como El biodigestor estabiliza la materia orgánica y mejora el aprovechamiento de los minerales.
Para que se produzca la fermentación de la materia orgánica, estas bacterias necesitan un ambiente favorable para su crecimiento y desarrollo:
Los biodigestores tienen muchos beneficios en diferentes ámbitos de la sociedad. Son los principales:
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